Vía Libre merece una mención especialmente cariñosa entre los medios para los que he escrito. Fue la revista que publicó mi primer artículo en 2001, con tan sólo 18 años. A lo largo de toda mi carrera he seguido publicando para ellos, desde los años de universidad hasta la corresponsalía en Londres. Pasarme por esa redacción llena de amigos y mentores en la calle Santa Isabel de Madrid fue quizá el más agradable rito de iniciación que haya tenido nadie en esta profesión.